El transporte de las piedras en el Antiguo Egipto.

Por D. Juan A. Siles.


INTRODUCCIÓN

La construcción de un monumento tenía varias fases que podríamos simplificar en: extracción de la piedra de las canteras, traslado de las piedras hasta el punto de edificación y la erección del propio edificio. Cada una de estas fases tiene su complicación, sobre todo teniendo en cuenta la falta de herramientas, máquinas y dispositivos tecnológicos que podrían haber ayudado a estas labores. Y, además, dada la distancia en el tiempo y la falta de fuentes fiables es, en muchos casos, difícil de adivinar cómo se hicieron. Es muy normal, por tanto, que existan distintas teorías que traten de explicar un proceso u otro. Lo que trataremos pues es de explicar las teorías existentes y proponer aquella que tenga más visos de ser la mejor o más probable.

Entre estas diversas fases nos vamos a centrar en el transporte de la piedra. El movimiento de masas enormes por personas, quizás con la ayuda de animales, pero sin la ayuda de máquinas es algo que ha llamado siempre la atención al hombre moderno, a pesar de que ha aparecido en muchas culturas antiguas, como las culturas megalíticas en Europa, o los Incas en Perú.

Para ello vamos a tratar de describir, primero cómo los mismos egipcios nos han mostrado los métodos de movimiento, y luego, en aquellos casos que no esté claro, los resultados de algunos investigadores que han propuesto la forma en que lo hicieron.

Y lo vamos a dividir en dos casos diferentes, uno el transporte por tierra y otro el transporte por el Nilo.

1.- El transporte por el Nilo

Nadie duda de la importancia del Nilo para la vida en Egipto. En el antiguo y en el moderno. En el aspecto que nos concierne, el Nilo se usó para el transporte de cargas y el desplazamiento de personas. Y siempre que fuera posible se usarían barcos o barcazas para el transporte por el mismo, mejor que por tierra. La existencia de barcos de todos los tamaños está atestiguada desde la más remota antigüedad.

Para el transporte de grandes masas de piedra, debieron usarse enormes barcos, construidos probablemente con maderas importadas de la costa del Líbano o de regiones de África más al sur, dada la escasez de árboles en Egipto. La operación que se antoja más complicada es el subir y bajar estas grandes moles de los barcos. La navegación, no es que fuera fácil, pero teniendo en cuenta que se hacía en el Nilo, que, aún con sus problemas, eran aguas más bien tranquilas, eran unas dificultades más o menos controladas.

Veamos cómo pudieron subir a los barcos las piedras más grandes. Pensemos por ejemplo en los obeliscos, quizás los más difíciles, debido a que además de su gran peso, la relación de dimensiones entre longitud y anchura, lo harían especialmente frágiles y difíciles de manejar. Imaginemos que los obeliscos han llegado a las proximidades del río, por métodos que describiremos más adelante. Ahora tenemos el problema de subirlos al barco.

Una descripción de Plinio nos ayuda a entender cómo pudo ser (1). Este autor se refiere al transporte de un obelisco para Ptolomeo II Filadelfo, que se transportó a Alejandría. Dice Plinio: “Se cavó un canal desde el Nilo hasta el punto donde estaba el obelisco; y dos grandes barcos, cargados con bloques de una piedra similar de un pie cuadrado – la carga de cada barco era del doble de tamaño y, por tanto, el doble de peso del obelisco – se pusieron debajo del obelisco: los extremos del obelisco permanecían soportados en los bordes del canal. Se sacaron los bloques de piedra y los barcos, siendo liberados gradualmente de la carga, empezaron a subir hasta recibir la carga del obelisco”.

Los pasos siguientes serían fijar los obeliscos a los barcos y enviar estos a navegar por el Nilo, hasta su puerto de destino, donde se haría la operación inversa. El conjunto, podría navegar perfectamente y tendría el aspecto de uno de esos catamaranes modernos de doble casco. El método parece conceptualmente sencillo y posible de hacer con los medios de que disponían.

Nos asalta una duda. Plinio nos describe a cómo se hacía el transporte en el período Ptolemaico. Pero ¿era el mismo método que se utilizó en etapas anteriores? Pudo ser, pero no tenemos referencias. Es más, en los dibujos de los que disponemos, no aparece ningún transporte en un doble barco. Antes bien, aparecen los obeliscos en un solo barco.

El más conocido es el del transporte de dos obeliscos de Hatshepsut y que está representado en el muro de la columnata inferior sur del templo de Deir el-Bahari. En el dibujo se pueden ver dos obeliscos enfrentados uno a otro por su base (2).

Fig. 1. Transporte de obeliscos de Hatshepsut. Tomado de “Boats”, Dilwyn Jones, p. 66

Pero ¿era así como se transportaron? ¿O bien esto es una representación del dibujo egipcio y realmente estaban colocados perpendicularmente a la eslora del barco, siguiendo el “modelo de Plinio” como también sugiere Christiane Desroches Noblecourt (3) ?. Pues es muy posible que sea así, es decir, con los obeliscos colocados transversalmente a la cubierta, y que el dibujo sea una mera representación, para que los que lo vieran, supieran que en el barco se transportaban dos obeliscos, ya que si se representaran de perfil sólo se vería una base cuadrada. El transportarlo tal como aparece en el dibujo, también es posible, pero se adivina más complicado, sobre todo a la hora de subir el o los obeliscos al barco. ¿Cómo colocar el barco debajo del obelisco? Parece difícil, ya que el barco tiene que ser bastante más ancho que la carga. ¿Y arrastrando el obelisco por encima del barco hasta lograr acomodarlo en el mismo? Puede ser posible, pero es bastante complicado. Un método parecido al descrito por Plinio pero con los obeliscos en la dirección longitudinal del barco parece difícil. Si acaso habría que deslizar los obeliscos sobre el barco con la dificultad que conlleva el arrastrarlo sobre una superficie de madera que, para mayor dificultad, se está moviendo, ya que el barco no está totalmente fijo y por la posición que deberían tener los hombres que tiran de las cuerdas que arrastran el obelisco. Además tendría que ir muy bien centrado, ya que debido a su enorme peso un desplazamiento de la carga fuera del centro del barco, podría hacerlo volcar.

Fig. 2. Detalle del barco de transporte de los obeliscos de Hatshepsut.

Tomado de “Hatshepsut, la reina misteriosa”, Christiane Desroches Noblecourt, p.109

 

Hay un detalle en el dibujo que nos puede empujar hacia el método que describía Plinio. En el dibujo, en el barco que carga los obeliscos, aparecen cuatro remos gobernalle, cuando lo normal son dos. Dos de ellos se ven en primer plano y los otros dos en la otra parte del barco (4).

La propia Christiane Desroches da una explicación, y es que posiblemente por el gran peso del barco con su carga se necesitaran esos cuatro remos. Es más, no está de acuerdo con una interpretación que dan otros investigadores y en la nota 22 (p. 527) indica que “el que se representen cuatro remos no quiere decir, como sugieren Pierre Lacau – H. Chevrier y otros en su libro “Une chapelle d'Hatshepsout à Karnak” , que vayan dos barcos con dos obeliscos cada uno, navegando uno junto a otro” .

Pero, ¿no podría indicar que los obeliscos van apoyados en dos barcos siguiendo el modelo descrito por Plinio? Pues tiene el aspecto de que pueda ser así.

Hay que señalar que el transporte de grandes masas de piedra por el río no es algo que sólo se utilizara en el Imperio Nuevo o posterior. En la calzada del complejo de la pirámide del faraón Unas de la V dinastía, aparecen barcos dibujados acarreando columnas de granito para dicho complejo (5). La situación de las columnas como se puede ver en la figura es la misma que la que muestran los obeliscos del templo de Hatshepsut.

Hay otras teorías que vamos a analizar.

Algún autor ha pensado en algún otro método, diferente al del canal a la hora de subir el o los obeliscos al barco. En el libro y página citados en la Nota 3, se menciona a un autor Habachi, que en su libro “The Obelisks of Egypt”, menciona otro posible método. La idea es construir en los bordes del barco unas paredes sobre las que se lleva el obelisco y una vez éste está en posición sobre el barco, se va quitando esa pared y el obelisco va bajando poco a poco hasta que llega a depositarse sobre el barco. Bueno, pues también es posible. Aunque me parece que no añade nada al método de Plinio y, sin embargo, el canal excavado se podría usar de nuevo en siguientes transportes, sin tener que hacer y rehacer unas paredes cada vez que se transportaba un obelisco. El método de las paredes tiene la dificultad añadida que podía suponer el arrastrar el obelisco sobre construcciones no demasiado sólidas y quizás con pendiente para salvar una cierta altura, además del riesgo nada despreciable de desmoronamiento y caída violenta sobre los barcos durante la operación de quitada de la pared.

Existe otra teoría para el transporte de los obeliscos, de la cual no tengo referencia escrita. Creo haberla leído alguna vez, pero no he podido encontrar dónde (también ha habido alguna contribución a la lista de correos en este sentido, pero tampoco indicaban la referencia). Según esa teoría los egipcios “sabían” que el obelisco sumergido “pesaba” menos, debido al principio de Arquímedes. Por tanto lo llevarían sumergido para que así fuera más fácil. No es improbable que los egipcios supieran algunas propiedades de la física que sólo más adelante, digamos en la civilización griega o posteriormente, recibieran una formulación matemática. Posiblemente el principio de Arquímedes de sólidos sumergidos en un líquido, el principio de la palanca y la teoría de las poleas, por poner algunos ejemplos, eran aprovechados para la vida diaria aún sin saber la relación matemática o el efecto físico que los rige. Pero ¿realmente se usó el principio de Arquímedes para llevar grandes bloques de piedra sumergidos por el Nilo? ¿Cómo llevarían, por ejemplo un obelisco? Se me ocurren dos posibilidades: Con un único barco y debajo de él sujeto con cuerdas el obelisco o bien llevarlo sumergido entre dos barcos. ¿Cómo lo harían? ¿Sumergir el obelisco, que lleva unas cuerdas ya atadas y luego levantarlo desde el o los barcos? ¿O bien pasar las cuerdas por el o los barcos y a la vez que se va introduciendo el obelisco en el río va quedando suspendido del barco? Cualquiera de las dos formas me parece muy complicada, si es que es realizable. Y en el caso de los dos barcos al estar la carga en un lateral de cada barco, podría provocar el vuelco de los mismos, ya que los barcos, aunque de cierto tamaño, y capaces de transportar buen número de personas o de carga, se adivinan con poco peso propio y eso les haría sensibles al vuelco. Por si fuera poco, el llevar grandes bloques por debajo del casco del o de los barcos, podría provocar que éstos tropezaran en el fondo o quedara enredado en ramas que hubiera en el fondo. Por todo ello, no parece un método lógico de usar. Como añadido, no se ha encontrado representado o dibujado en ningún sitio esta forma de transportar las piedras.

En resumen, el método descrito por Plinio para el transporte de los obeliscos es conceptualmente sencillo, aunque no exento de dificultades, debido al enorme peso de las piedras transportadas. Es para mí, por tanto, el método más probable.

Fig. 3 Transporte de columnas de granito del Faraón Unas. Tomado de “Boats”, Dilwyn Jones, p. 65

 

NOTAS

1.-“Building in Egypt”, Dieter Arnold, p. 63.

2.-“Boats”, Dilwyn Jones, p. 66.

3.-“Hatshepsut, la reina misteriosa”, Christiane Desroches Noblecourt, p.103.

4.-“Hatshepsut, la reina misteriosa”, Christiane Desroches Noblecourt, p.109.

5.-“Boats”, Dilwyn Jones, p. 65.