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� El transporte de las piedras en el Antiguo Egipto (II). |
Por D. Juan A. Siles. |
Como se dec�a en la primera parte de este art�culo el transporte de piedra desde las canteras a su ubicaci�n definitiva como parte de un complejo arquitect�nico lo pod�amos dividir en el transporte por el r�o y el transporte por tierra. Dado que es mucho m�s f�cil el movimiento por el r�o, los egipcios iban a tratar siempre de utilizar esta v�a para mover las grandes masas de piedra. Afortunadamente muchas de las canteras estaban pr�ximas al r�o y, adem�s, los monumentos casi siempre estaban aguas abajo, lo que hac�a la navegaci�n m�s f�cil aprovechando el movimiento natural del r�o, sin tener que esperar un viento favorable. Pero ello no iba a evitar que hubiera traslados por tierra, y en alg�n caso a distancias considerables, lo que se antoja bastante m�s complejo. Vamos a tratar de explicar aqu� c�mo pudieron hacerlo, bas�ndonos en lo que dejaron descrito en papiros o en tumbas, lo que se ha averiguado a trav�s de la arqueolog�a y analizando alguna de las teor�as que otros autores hayan podido desarrollar. Para organizar la exposici�n lo vamos a dividir en tres apartados:
� 1.- El transporte por tierra. El medio de transporte �Cuando el peso de los elementos a transportar, fueran piedras, �nforas o fardos, era suficientemente peque�o lo podr�a llevar un hombre a hombros o incluso entre dos con un palo entre ambos. Si el peso crec�a hasta unas centenas de kilos, como pudiera ser el caso de un trono o de un tabern�culo peque�o, se podr�a llevar a hombros en unas angarillas o parihuelas como vemos en la actualidad en los pasos de Semana Santa en Andaluc�a.
V�ase como ejemplo el trineo que soportaba el tabern�culo exterior y que dentro llevaba el tabern�culo con los vasos canopos de Tut-Anj-Amon, tambi�n con un trineo. En la figura II-3 puede verse tal como lo encontr� Howard Carter, despu�s de haber levantado el tabern�culo exterior y quedar a�n cubierto por un velo negro el tabern�culo que conten�a los vasos canopos. Este �ltimo despu�s de limpio, tal como se encuentra en el Museo del Cairo, se incluye en la figura II-4 , apreci�ndose los patines del trineo que forman parte de �l.
�Serv�an los trineos s�lo para elementos m�s o menos peque�os? Pues no, tambi�n para piezas mucho mayores. Si no, observemos dos peque�os detalles de las figuras I-1 y I-3, de la primera parte que trataba del transporte por el Nilo. En la figura II-5 hemos incluido uno de estos detalles. Es uno de los obeliscos de Hatshepsut que va atado en su trineo de transporte. Parece l�gico que una vez atado al trineo en la cantera hasta llevarlo al embarcadero, siguiera con �l hasta su punto de destino. Y lo mismo vemos en el barco de Unas (v�ase detalle en la figura II-6 ). En este caso advertimos una curiosidad m�s. Las dos partes del trineo son iguales. Parece una buena idea el que el trineo se pudiera mover en cualquiera de los dos sentidos. Sin embargo, esta idea, desaparece en los tiempos posteriores y aparece el trineo como lo vemos despu�s, con un frente y una parte posterior, que �obliga� a que el movimiento sea siempre en una misma direcci�n.
Debido al car�cter perecedero del material con que estaban hechos (madera) no se han encontrado muchos trineos. El mayor de los encontrados mide algo m�s de cuatro metros y se encontr� en Dashur, cerca de la pir�mide de Senowsret III. En la Figura II-7 se presenta un dibujo del mismo.
Muchos se asombran de que una civilizaci�n como la egipcia hubiera movido tantas y tan grandes masas de piedra, sin haber conocido la rueda, o al menos su uso generalizado para el movimiento y el transporte, hasta pr�cticamente el Imperio Nuevo (1). Pero a pesar de conocerla, siguieron usando los trineos como medio de transporte, de forma simb�lica y de forma real. En la �poca de Tut-Anj-Amon ya se conoc�a ampliamente la rueda y su uso en carros, pero, como ya se ha visto, se segu�a utilizando el trineo como medio de arrastre de masas grandes incluido el caso de los cortejos f�nebres. Esto tendr�a, seguramente, una parte de tradici�n o de aspecto simb�lico. Pero el no usar la rueda para mover grandes masas tiene tambi�n una explicaci�n f�sica. La rueda es muy buen elemento para poder moverse con agilidad, pero el soporte del peso que lleva el veh�culo se distribuye en los radios de la rueda, en el eje que une las ruedas y en el punto de fricci�n de uno con la otra que son los llamados �cubos�, donde hoy d�a van los cojinetes. De hecho, no es hasta bien entrado el siglo XIX, cuando aparece el ferrocarril con ruedas, ejes y cojinetes de acero, que se empieza a utilizar la rueda como forma de movimiento de grandes cargas. Hasta entonces, cargas grandes se divid�an en muchos transportes, pero cada uno relativamente peque�o. Por otra parte la rueda tambi�n tiene un inconveniente y es que la superficie de apoyo en la tierra es muy peque�a. Si el peso es muy grande y el suelo no es muy firme, la rueda se hunde en el suelo. (Esto se ha solucionado en el ferrocarril en el que las ruedas van sobre v�as de acero, que a su vez se montan sobre traviesas, lo que ayuda a distribuir el peso en superficies m�s grandes; y en el transporte por carretera con ruedas m�s anchas y una calzada muy resistente). El trineo, sin embargo, tiene una superficie de apoyo mucho mayor y adem�s permite salvar peque�as irregularidades en el terreno, tales como baches o grietas en los que una rueda podr�a encallar. De hecho cuando a principios del siglo XIX Belzoni movi� al �peque�o Men�n� (el busto de Rams�s II que est� actualmente en el Museo Brit�nico) no utiliz� la rueda, sino que lo movi� sobre troncos como se aprecia en la litograf�a que se presenta en la figura II-8.
Como se ve, en 1816, que es cuando Belzoni traslad� este busto a Inglaterra, no us� ruedas, ni tampoco el trineo. Quiz�s esta forma rodando sobre troncos era la que se utilizaba para mover estas grandes masas monol�ticas antes de la aparici�n del ferrocarril. �Utilizar�an los egipcios este sistema, adem�s del trineo? Pues no es de descartar, pero hay dos razones que indican que no lo usaron profusamente: primero apenas aparece en alg�n dibujo y segundo, como bien sabemos, en Egipto no exist�an �rboles en abundancia y menos con este tipo de tronco recto y de di�metro constante, necesario para que el movimiento de la carga sea uniforme. Aunque por su propio peso en muchos casos la piedra, el obelisco o la estatua, pudiera ir simplemente puesta encima del trineo, los egipcios no se arriesgar�an a que un accidente, o en una peque�a subida o bajada, la masa de piedra se saliera del medio de transporte. Lo l�gico es que lo ataran al mismo. M�s que estos detalles que no vienen aqu� al caso, lo que queremos dejar reflejado es que los egipcios se preocupar�an de atar el objeto a transportar al trineo, como tambi�n se puede ver en la figura II-5 , en el que unas cuerdas fijan el obelisco al trineo. � 2.- El transporte por tierra. La fuerza de arrastre. Las tumbas de los nobles nos han dado muchas pistas de la vida diaria de Egipto y de sus actividades. En el caso concreto del transporte de grandes piedras tambi�n, aunque es verdad que no son muchos los ejemplos que podemos usar. Hay uno que es muy revelador y seg�n parece el �nico que se ha encontrado, por lo que llam� la atenci�n desde su descubrimiento. Nos referimos a la tumba del pr�ncipe o nomarca Dyehuty-Hotep, gobernador del nomo Hare, que vivi� en el Imperio Medio.
Figura II-13. Traslado de un bloque de piedra. Tomada de �Monumenti dell� Egitto e Della Nubia. Monumenti Civili�, Plate XLVII, I. Rosellini. Pero cuando era necesaria una fuerza muy grande, y que hubiera necesitado un gran n�mero de animales, tanto o m�s importante que la fuerza de cada persona o animal era necesario que �sta se aplicara coordinadamente, es decir, todos a la vez, y mantenida durante un cierto tiempo. Esta coordinaci�n es muy dif�cil de conseguir, si no imposible, con animales, por lo que se recurr�a a hombres. �C�mo conseguir esa coordinaci�n entre los hombres que tiran? Fij�monos en el personaje que va de pi�, sobre las piernas de la estatua, y que destacamos en la figura II-14. Va batiendo palmas, para ordenar y sincronizar el movimiento de los hombres que tiran. Seg�n Newberry podr�a pesar unas 58 toneladas. Si se cuenta el n�mero de hombres que aparecen en la figura II-11 tirando de la estatua suman 172, lo que resultar�a en aproximadamente un tercio de tonelada por persona. No es que haya que tomar al pi� de la letra el n�mero de personas que aparecen en el dibujo, pero es una buena indicaci�n. Claro que el n�mero de personas necesarias para tirar se incrementa cuando hay que subir pendientes. Daremos alg�n detalle m�s de esto en el apartado siguiente que dedicaremos a las calzadas. � 3.- El transporte por tierra. La calzada. Muchos nos imaginamos Egipto, sobre todo el de la antig�edad, como un paisaje de dunas y por ello pensamos en lo dif�cil que ser�a mover estas piedras por esta clase de terreno. Pero realmente no ser�a as�. En los pueblos, en las proximidades de los templos o de las zonas de pir�mides, los caminos ser�an de tierra, pero compactos, debido al continuo pisar de gente y animales. Por ellos ser�a posible deslizar grandes masas de piedra, montadas en trineos. �nicamente, se deber�a conseguir que el suelo estuviera h�medo para disminuir el rozamiento de los patines del trineo. Para corroborar esta idea fij�monos en un detalle de la figura II-10 y que reproducimos en la figura II -15. Y si se acaba el agua de una jarra, pues para eso se lleva m�s. V�ase en la figura II-16 un nuevo detalle de la figura II-10 .
Algunos autores piensan que este agua que se vierte pudiera tener un objetivo m�s de tipo religioso que de ayuda mec�nica. Pudiera ser, pero da la impresi�n, en primer lugar que es mucha cantidad de agua la que parece que vierte este hombre y en segundo que en el dibujo de la figura II-10 , justo encima de este hombre que vierte agua, aparece otra figura con algo en las manos que quiz�s sea incienso. En otro sentido, alg�n autor apunta a que este agua que portean estos hombres ser�a para dar de beber a los que tiran de la estatua. Es posible, pero parece poca agua para tanta gente y adem�s el tama�o de los c�ntaros es relativamente peque�o para este fin, mientras que es adecuado para que alguien lo pueda manejar desde donde est� el primero. En la figura II-17 se ve otro ejemplo de c�mo un hombre est� echando agua en el patinete. (lamentablemente la jarra est� justo en el centro del libro de donde he tomado la foto y se ve con dificultad). En este caso la interpretaci�n de una motivaci�n simb�lica o religiosa de bendici�n, parece que no tiene mucho sentido. Figura II-17. Hombres arrastrando un trineo cargado con grandes vasijas. Tomada de �Egiptoman�a�, Tomo 6, p. 1354-55. Tambi�n hay autores que dicen que se echaba limo del Nilo(9) . No creo que se utilizaran estos materiales en la tierra, cuando simplemente el agua funciona tan bien(10) . Pero no descarto que se pudiera utilizar cuando rozara madera contra madera, como puede ser el caso, p.e., cuando un trineo cargado con piedras se subiera a un barco y fuera necesario arrastrarlo sobre la cubierta para llevarlo a su posici�n. Ahora bien, �qu� pasaba cuando las piedras se tra�an de zonas m�s remotas? �C�mo llegaban hasta el punto final si estaban algo alejados de esos caminos habituales ya compactados? Las carreteras tal como las conocemos en la actualidad nacen m�s o menos a finales del siglo XIX. Tambi�n hemos redescubierto las calzadas romanas que sembraron el imperio de �autov�as� por las que se mov�an con rapidez las legiones, los carros o los correos. Pero lo que m�s ha existido en la historia son caminos de tierra por los que con m�s o menos dificultad se mov�an los ej�rcitos, los convoyes de carga o los carruajes tirados por animales. �Y los egipcios? �Ten�an algo similar? �Qu� hicieron para mover estas masas enormes de piedra por suelos poco compactados? Pues tambi�n hicieron sus calzadas, como vamos a ver a continuaci�n, no sin advertir que los ejemplos que se han encontrado no son muchos, pero al menos suficientes como para indicar que lo llevaron a cabo. El que no sean muchos es debido primero, a que no lo hicieron con materiales tan duraderos como los romanos, que utilizaron piedra; segundo, tendr�an unos miles de a�os m�s; y tercero el entorno tan m�vil de dunas en Egipto seguro que ha ocultado muchas que a�n est�n por descubrir. Nos vamos a apoyar en el trabajo de Dieter Arnold (11). En la figura II-18 se ve un dibujo de la calzada que va desde la cantera a la pir�mide de Senuosret II en Lahun. �Qu� son esos dibujos irregulares que aparecen en medio de la calzada? Son trozos de madera probablemente provenientes de barcos desguazados, utilizados para compactar el suelo y para que sobre ellos se pueda deslizar el trineo con la carga. Como una referencia el autor ha dibujado en el mismo esquema el trineo que hemos representado en la figura II-7 .
Figura II-18. Figura tomada de �Building in Egypt �, Dieter Arnold, p. 92. En las dos figuras siguientes, que son fotograf�as y no esquemas se puede ver realmente lo que estamos comentando. En la figura II-19 se ve la carretera que lleva hasta la pir�mide de Senwosret I y en la figura II-20 se aprecia una de las rampas de subida a la pir�mide.
Estas maderas, que tienen el aspecto y cumplen una funci�n similar a las traviesas de ferrocarril, podr�an dejarse permanentes en las proximidades de las canteras, y as� se evitar�a la formaci�n de hendiduras en el suelo por el continuo paso de los trineos. O podr�an ir poni�ndose y quit�ndose, seg�n se fuera andando el camino, cuando el transporte fuera m�s espor�dico. Para completar esta descripci�n incluyamos una nueva fotograf�a de unas v�as de transporte en las proximidades de Asu�n.
Como se puede ver en este �ltimo ejemplo, y como ya nos pod�amos imaginar, el terreno no es ni era llano, con lo cual el movimiento de las piedras se hac�a costoso para subir o bajar estas pendientes. Recordemos que en la secci�n anterior se dec�a que 172 personas tiraban de la estatua y que era una cantidad adecuada para moverla en terreno llano. �Qu� pasar�a si en el transporte se encontraban estas pendientes? Concretamente esta estatua debi� recorrer unos 12 kil�metros para llegar desde la cantera al Nilo y una vez llegado hasta las proximidades de Herm�polis, otros 20 kil�metros hasta su supuesto destino final. En la traducci�n de los jerogl�ficos que acompa�an el dibujo se habla de que dado lo dif�cil del transporte de la estatua se reclutaron hombres para hacer una carretera (ver nota 4) y tambi�n de que 1000 hombres fueron necesarios para desplazar la estatua. Yo creo que puede ser cierto y no contradictorio con lo que aparece en el dibujo. Esos 1000 hombres ser�an necesarios para cubrir distintos turnos, para ayudar en las pendientes, para llevar los alimentos, el agua para beber, etc. Y claro, nos surge una duda m�s. Cuando la estatua, el obelisco o una gran piedra est� subiendo o bajando una pendiente, �pueden descansar los hombres que tiran? �C�mo prever un accidente de que esa gran masa se deslice sin control por la pendiente? Fij�monos en un detalle m�s de la figura II-10 y que reproducimos en la figura siguiente.
� CONCLUSIONES Los egipcios realizaron grandes obras y movieron grandes masas de piedra utilizando unos medios tecnol�gicos muy elementales, al menos comparados con los del siglo XX. Pero no muy lejanos de los que se vinieron usando hasta el siglo XVIII � XIX. Cuando se analizan con cuidado, tanto los restos arqueol�gicos como lo que dejaron dibujado y escrito en paredes y papiros, se encuentra una explicaci�n de muchos de estos �misterios�. Los egipcios utilizaron con ingenio los medios disponibles, y utilizaron el m�todo de prueba-y-error que les sirvi� para ir aprendiendo con el tiempo. Tambi�n usaron algo de lo que dispon�an en cantidad: la fuerza humana. M�s que el misterio del movimiento de las piedras en s�, es m�s impresionante la organizaci�n del trabajo de los cientos o miles de hombres necesarios para mover una estatua, o un obelisco, para construir una pir�mide como la de Keops o para edificar un templo como el de Karnak. � NOTAS 1.-Las primeras evidencias de la rueda en el Egipto aparecen en pinturas de las Dinast�as VI y del Primer Per�odo Intermedio. Se ven estas ruedas en la parte inferior de una escalera trepadora o de una torre de asedio. �100 Jerogl�ficos�, Barry J. Kemp. p. 105. 2.-�Spanish Lashings in Ancient Egypt ?�, Andy Joosse, KMT, Vol.13, N.1, Spring 2002 3.-No estoy de acuerdo con una de las reflexiones del autor sobre que la posici�n de la cuerda vertical en el dibujo es err�nea. Seg�n el autor, que hace un modelo a escala para explicar algunos detalles, al tensar la cuerda vertical se deslizar�a hacia las manos. Yo creo que el problema es que el dibujo representa una estatua acabada, cuando lo que realmente trasladar�an desde la cantera al lugar de colocaci�n de la estatua, ser�a una mole de piedra, cuyo aspecto se parecer�a al de la estatua, pero en ning�n caso estar�an acabados los detalles de la misma, tal como se ve en el dibujo. Los egipcios no se arriesgar�an, y eso est� demostrado con restos en los alrededores de las canteras y algunos en su destino final, a dejar el trabajo perfectamente acabado en la cantera, y que por un accidente durante el transporte se rompiera o cayera, perdiendo todo el trabajo hecho. En las canteras desbastaban las piedras, aproxim�ndose al resultado final, pero el �ltimo ajuste, el afinado final, la grabaci�n de jerogl�ficos en obeliscos, etc., s�lo se har�a en su lugar de destino y justo antes de colocarlo. Adem�s es muy posible que no la transportaran en esta posici�n, dado que ser�a m�s estable llev�ndola apoyada sobre la espalda. 4.- Una descripci�n completa de la tumba, de los personajes para los que fue construida, y con fotograf�as actuales se puede ver en www.osirisnet.net/tombes/el_bersheh/djehoutyhotep 5.-Curiosamente esta visita del bar�n Minutoli y sus dibujos, que son muy referenciados en la literatura, no se mencionan en la web de la Nota 4. 6.-Ver referencia de estos viajes en �Early Travelers in Middle Egypt and what they saw there�, P.L.Ward, KMT, Vol.8, N.4, Winter 1997-98 7.- �Building in Egypt �, Dieter Arnold , p. 63-64. 8.-Este promedio tambi�n se puede encontrar en otros entornos. Un cronista que vivi� a caballo entre los siglos XV y XVI, Luca Landucci, relata el traslado del David de Miguel Angel , desde el taller donde lo esculpi� hasta la plaza donde fue levantado. Dice: �El 14 de mayo de 1504 comenz� el traslado. Tardaron cuatro d�as en trasladarlo y se emplearon m�s de cuarenta hombres. Debajo del Gigante [sic] iban catorce vigas engrasadas que, a medida que se avanzaba se intercambiaban.� La estatua mide unos 5 metros y pesa unas 18 toneladas, lo que nos lleva al promedio de media tonelada por hombre. �Leonardo. El vuelo de la mente�, Charles Nicholl. p. 424. 9.- Revista �Historia de National Geographic�. N. 22. p. 18. 10.-En el libro �The pyramids of Egypt� de Alberto Silliotti en su p. 42, el autor habla de una mezcla de agua y limo. Por cierto, que el autor hace esta reflexi�n en el pi� de la figura del traslado de la estatua que hemos presentado en la figura II-10. Atribuye el descubrimiento de la tumba a John Gardner Wilkinson, lo que es err�neo. Wilkinson lleg� a Egipto en 1821, cuando la tumba ya hab�a sido descubierta en 1817 y el dibujo que muestra es de Minutoli, de 1820 11.-�Building in Egypt �, Dieter Arnold, p. 80 y siguientes. |
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