ABU
RUASH El
lugar, que tomó su nombre de la aldea de Abu Ruash situada al este,
sirvió como necrópolis de un importante centro administrativo ya desde
los mismos comienzos de la historia egipcia. Las excavaciones
han sacado a luz objetos que llevan inscritos los nombres de dos
faraones de la I dinastía: Aha y Den.
La
calzada, de unos 1.500 metros de longitud, accede a la pirámide y su
templo desde el nordeste, y no por el lado habitual de oriente; pero
ello se debió a la configuración misma del terreno más que a
consideración de tipo religioso. Como
Radjedef sólo reinó ocho años, su monumento funerario apenas superó
los estadios iniciales de su construcción. Han sido excavadas las
partes consideradas como más importantes del mismo, pro en los tiempos
modernos todavía no se ha logrado alcanzar la cámara funeraria. A
pesar de estar incompleto, el complejo piramidal nos ha proporcionado
ejemplos magníficos de escultura real en la primera mitad de la IV
dinastía, aunque por desgracia éstos sean fragmentarios. Las estatuas
están talladas en la dura cuarcita roja de Gebet Ahmar (al este de El
Cairo actual). Además
de proporcionarnos los rasgos del faraón, probablemente un tanto
idealizados, una de ellas es una estatua sedente llena de encanto, con
una pequeña figura de la reina Jentetka, esposa de Radjedef, que
aparece de rodillas y abrazando la pierna de su esposo. Aunque en un
principio fue acogida con gran entusiasmo por parte de los escultores de
estatuas particulares, ese tipo de estatua no se repitió en la
escultura real. El lugar de Abu Ruash nunca recuperó el efímero esplendor conseguido bajo el reinado de Radjedef . Aún así, en una de las varias estructuras tardías de uadi. Qaren, al norte de la pirámide, se encontró la parte superior de una bella estatuilla de la reina Arsinoe II, hermana y esposa de Ptolomeo II Filadelfo. |