SE CLAUSURA EN MADRID 

LA EPOPEYA ESPAÑOLA EN NUBIA.

El pasado día 27 de Febrero fueron clausuradas en Madrid las V Jornadas de Egiptología, en la serie de las que el I.E.A.E. viene realizado año tras año.

Con el emotivo título de la Epopeya Española en Nubia se ha querido rendir un caluroso y sobradamente merecido homenaje, en primer término, a la memoria del profesor D. Martín Almagro Basch, padre de semejante hazaña y a todas cuantas personas participaron en la década de los años 60, en las lejanas tierras de la Nubia egipcia, para salvar el patrimonio arqueológico amenazado por la construcción de la Gran Presa de Asuán. 

El extraordinario trabajo que aquel grupo de profesionales (más de cien a lo largo de todas las campañas) desarrolló en Nubia ha quedado patente a lo largo de todo este ciclo, exhibiéndosenos un material gráfico que, aunque parezca extraño, había permanecido inédito hasta ahora, ya que en cuarenta años no se había mostrado jamás en público.

De la parte científica pasábamos a la humana. Los emotivos recuerdos personales del Profesor D. Martín Almagro Gorbea hicieron que nos asombrásemos y emocionásemos, al mismo tiempo, al rememorar aquellos días de juventud, no exentos de dificultades y penurias. 

Más emotiva, si cabe, fue la magistral exposición realizada por el Catedrático Emérito de la Universidad de Sevilla, Profesor D. Manuel Pellicer Catalán. Este aragonés afincado desde hace años en la Bética, expuso un compendio de sus trabajos durante tres campañas en la tierra de los faraones; lo hizo de una forma tan brillante que nos supo a poco. Fue una comunicación cargada de recuerdos y reconocimiento para con los que formaron parte de sus equipos y compartieron aquellos tiempos y, especialmente, para los ya desaparecidos.

El resultado de aquellos difíciles y trabajosos años tuvo como fruto el reconocimiento internacional y de Egipto, cuando el 30 de abril de 1968, el Gobierno Egipcio hizo donación al pueblo español del mayor de todos los templos que salieron de Egipto con motivo de los trabajos de salvamento de los monumentos de Nubia: nuestro Templo de Debod. 

De él y de cómo fueron todos los avatares hasta su venida a España, nos habló D. Francisco Martín Valentín, quien con fotografías de aquel momento, fue relatando cómo primero se desmontó el templo por una Misión Polaca, de cómo se almacenó por más de diez años en Elefantina, de todos los papeleos que el Profesor Almagro tuvo que salvar, de las envidias que suscitó entre los grandes de la egiptología, de sus gestiones frente a la poderosa Francia, e incluso a los Estados Unidos, que también querían el templo para ellos. Un sinfín de avatares que quedaron expuestos, entre la sorpresa y el orgullo del publico asistente.

El Profesor D. Antonio Almagro Gorbea nos deleitó una tarde más, con el relato de esta epopeya. El destino final del templo fue Madrid. En lo que era entonces el llamado Cuartel de la Montaña se dejaron cientos de cajas de madera procedentes de la lejana Nubia. Teníamos el templo en Madrid, pero la escasa documentación entregada con el mismo dificultó enormemente su montaje. Con mucha paciencia y trabajo, las primeras hiladas de piedra nubia fueron elevándose, hasta convertir el lugar en uno de los parajes más hermosos de la ciudad de Madrid.

El ciclo, bajo el patrocinio del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, fue seguido por numeroso publico y múltiples instituciones. Desde aquí queremos agradecer la presencia de la Embajada de la República Árabe de Egipto en España, representada por la Sra. Safaa Hassan; Sr. D. Ahmed Nassar, de la Oficina de Turismo de Egipto en Madrid; Sr. D. Eduardo Salas, Director del Museo de San Isidro del Ayuntamiento de Madrid;  Sr. D. Alfonso Martín Flores, Conservador del Templo de Debod; Sr. D. Ignacio Barceló del Colegio de Arquitectos de Madrid; Profesor Dr. D. Federico Lara Peinado de la Universidad Complutense de Madrid; Sr. D. Nacho Ares de la Revista de Arqueología; Sra. Dña Marta Rodríguez de TVE y a todo su equipo;  Sección de Cultura de ABC; Radio Inter-Economía;  Fundación Carlos de Amberes en la persona de Dña. Freida Lamberechts  y Miguel Ángel Ruiz que nos han facilitado toda su ayuda. En fin, a todas las personas que con su presencia y apoyo han hecho posible que este ciclo haya podido llevarse a cabo. 

Y sobre todo agradecer al más de centenar de españoles que entregaron todo su esfuerzo, todo su conocimiento y entrega para que en 1960 se escribiera la primera de las páginas de la Egiptología Española. A todos ellos, nuestro sincero reconocimiento en el recuerdo.

Madrid, 27 de Febrero de 2004.