EL TEMPLO DE LUXOR: LA TEBAS MERIDIONAL

 

Por D. Francisco J. Martín Valentín.

Director del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.

correo: [email protected]

   Madrid, 12 de Abril de 1991.

 

Antes de nada decirles que el subtítulo de la conferencia que dice “La Tebas Meridional”, se refiere concretamente a lo que su mismo término quiere indicar. Tebas, en el Imperio Nuevo (fundamentalmente es el período que estamos analizando), tiene un desarrollo enorme como capital del Imperio y geográficamente sus límites coinciden con las ciudades o templos de Medamud al Norte, Hermontis y Tod al Sur.

Estos tres lugares, dedicados al dios Montu, suponen los límites de la ciudad de Tebas en sus barrios más alejados, pero la gran urbe que fue la Tebas del final de la Dinastía XVIII, se dividía en dos ejes situados en la ribera oriental, evidentemente, que eran el conjunto de Amón de Karnak y el Templo de Luxor, unido indefectiblemente a este otro edificio de Karnak del cual formaba parte, en función del destino al que estaba vinculado el Templo de Luxor, que ahora vamos a ver.

El Templo de Luxor recibía el nombre entre los antiguos egipcios de Ipet-Resit o lugar del Sur, “el harén meridional” le llamaban; el lugar donde el dios Amón iba a celebrar, una vez al año, la venida del año nuevo para ritualizar  una serie de ceremonias que supondrían la regeneración del poder real y de alguna manera, de todo el equilibrio, de todo el poderío del propio Egipto, como cabeza del mundo civilizado.

El templo fue construido, fundamentalmente bajo dos faraones: Amen-Hotep III y Ramsés II.

Se presume que el arquitecto-jefe constructor del templo fue un personaje de mucha importancia llamado Amen-Hotep, hijo de Hapu, (del cual ya les he hablado en alguna conferencia), pero que a sus órdenes debieron trabajar dos jefes de obras  llamados Suti y Hor. Lo sabemos porque ha parecido una estela en el patio solar que describe la ejecución del templo por estos dos jefes de obras para Amen-Hotep III; 

pero además supone un canto de teología solar muy fuerte y muy importante, encontrado en el recinto de un dios, que es el dios Amón que tenía implicaciones solares, pero hecho en un momento en el que, como Uds. saben, ya había grandes luchas intestinas en la casa real de Amen-Hotep III, preludiando lo que después sería la gran ruptura de Aj-en-aten con el culto a su dios Iten.

Básicamente el templo se compone, tanto en la estructura como en sus fases de ejecución de las siguientes partes:

-         La parte más meridional del templo con el santo de los santos, lugar donde se encontraba la estatua del dios Amón, del Amón de Luxor (porque tenía su estatua propia del Amón de Luxor).

-         Una sala hipóstila anterior con almacenes laterales para contener objeto de culto.

-         Reposadero de la barca o capilla de la barca del dios Amón de Karnak, que se depositaba aquí con motivo de las festividades Opet que ya les mencionaré.

-         Una sala de ofrendas, lugar donde se ven las representaciones del faraón Amen-Hotep III ofrendando el templo al dios.

-         En las dos salas de la parte este de la zona sur del templo, están dedicadas a representar la teogamia o nacimiento de origen divino del faraón Amen-Hotep III, cuyo tema comentaremos.

-         En este lado están capillas adicionales del culto, dedicadas al culto del dios Amón-Min.

-         La sala hipóstila era la sala de entrada donde entraba la barca real y la barca de Amón y se depositaba luego en la capilla de la barca, en tanto que la de los dioses Jonsu y Mut, que era la familia de Amón se quedaban depositadas en estos dos lados. Aquí se hizo en época romana el lugar del culto de las escenas de las legiones destinadas en Luxor (saben que según las creencias romanas tenían cierta personalidad divina) y el lugar de culto del emperador.

-         La sala solar con peristilo y después la gran sala columnada donde concluía el templo.

Las fases de construcción de Amen-Hotep III son: 

-         1º hace la fase interior.

-         2º después construye el patio solar con un pilono delante.

-         3º le añade el gran propileo.

Ramsés II concluirá la obra haciendo otro patio peristilo, englobando en su construcción un edificio que es un reposadero de la barca (para las tres barcas) Amón, Mut y Jonsu,  de época de Hatshepsut, una reina anterior de la Dinastía XVIII; construye dos pilonos que dan fachada o entrada al templo, erigiendo dos obeliscos en la entrada y seis estatuas.

Básicamente, ésta es la estructura del templo.

Ahora para ayudarles a plasmar un poco los datos, quiero también comentarles la gran fiesta Opet.

FIESTA OPET.- La fiesta Opet suponía una celebración de suma importancia, que se organizaba una vez al año con motivo de la crecida del Nilo, del año nuevo.

Esta fiesta tenía la trascendencia fundamental de que suponía, por el momento cronológico en que se realizaba, la esencia de la revificación de todo el Valle del Nilo.

Si conocen Uds. el sistema de crecidas del río (ya no se produce por la presa de Assuán), sabrán que antes Egipto vivía del Nilo, es decir, con motivo de la inundación, de la subida de las aguas, era el momento en el que el país volvía a recuperar su vida.

Quizá por este motivo, la fiesta de Opet (que por cierto dio lugar al nombre del mes en el que se desarrollaba “TAOPI” o “AOFI” en copto, que quiere decir la del mes de Opet) suponía la garantía de regeneración del poder real y la garantía de que una crecida nueva del Nilo, permitiría sembrar, recoger, en una palabra, renovar la vida en Egipto.

La fiesta, como tal, no nos está documentada con anterioridad a la época de la reina Hatshepsut en la Dinastía XVIII, aunque sabemos que en el lugar donde se encontraba el Templo de Luxor, había antes otro templo del Imperio Medio, de la Dinastía XIII, edificado por Sebek-Hotep II, un faraón tebano de esa época.

Lo que sí sabemos es que la fiesta de Opet, la fiesta más grande de todo el año, suponía la salida de las tres barcas de Amón, Mut y Jonsu del recinto de Karnak, para dirigirse 2 Km.. Más al Sur al harén meridional, lugar donde se unían en fiesta el pueblo y el clero y se realizaban una serie de ritos, que no nos son conocidos puntualmente, en cuanto a su celebración, pero que sabemos consistían en la regeneración del poder real y en la regeneración del Amón de Ipet del harén meridional.

En tiempos de Tut-anj-Amón, fecha a la que se refiere fundamentalmente la época del templo que estamos analizando, sabemos que esto se debía desarrollar hacia el segundo mes de la inundación, coincidente con nuestro mes de septiembre actual.

En origen, anteriormente a Tut-anj-Amón, la fiesta salía por vía terrestre, desde el IV Pilono de aquella época de Karnak y recorría seis reposaderos de la barca, construidos por la reina Hatshepsut, hasta llegar al sexto que es el que está recogido por el recinto de Ramsés II dentro del templo.

Posteriormente esta fiesta se desarrolló por vía fluvial, que es lo que básicamente está recogido en el Templo de Luxor. En este templo se encuentra en uno de los pilonos de Ramsés II una mezquita encastrada en el recinto, llamada de Abu el-Haggag de culto popular muy acendrado en Luxor, que no ha sido posible retirar de este lugar, de manera que debajo del edificio de la mezquita todavía no se ha excavado, ni se sabe qué es lo que hay.

Este personaje de Abu Haggag representa hoy en el folklore y en la cultura del pueblo de Luxor los restos remotísimos de esta fiesta de Opet. Una vez al año, por el mes de julio aproximadamente, coincidente con la tradicional fiesta de Opet, saca el pueblo de Luxor en procesión unas barcas del Templo de Luxor en un festejo que ni ellos mismos realmente saben a qué obedece, pero que estudiada la historia, nos indica, claramente, que es el eco lejano de aquella fiesta de Opet, aquella fiesta grande.

Detrás de la mezquita de Abú el-Haggag está la columnata procesional de Amen-Hopis III, la sala solar y detrás la parte más intima del templo.

 

PILONOS DE Ramsés II.-

 

En los pilonos de Ramsés II se encuentra relatado, una vez más, la batalla de Kadesh.

Hay cinco versiones conocidas de esta batalla en cinco templos célebres de Egipto.

-         Uno es éste.

-         Otro es el Templo de Karnak.

-         El Ramesseum, un edificio de Ramsés II.

-         El templo funerario de Ramsés II en Abydos

-         Y el Templo de Abu Simbel.

En esta batalla se enfrentaron de manera casi definitiva los hititas, potencia oriental o asiática del momento contra Egipto, sin que ninguna de las dos potencias vencieran definitivamente esta batalla. Ramsés II cuenta la historia acaecida de otro modo, diciendo que el dios Amón le ayudó en la batalla y gracias a eso Egipto se salvó.

Este relato está reflejado en estos pilonos, en la parte exterior. La avenida de crio esfinges que unía el Templo de Karnak con el Templo de Luxor, tenía 2 Km.. De longitud y las esfinges eran, en origen, todas de Amen-Hotep IV ( en este caso, las que tenemos aquí son de la Dinastía XXX de Nectanebo I, ya tardías).

La fachada del pilono del Templo de Luxor recogía dos elementos de culto solar que eran los obeliscos, puesto que el otro está en la Plaza de la Concordia en Paría, a donde fue llevado en 1836 como regalo a Carlos V por Mohamed Ali y sus colosos, dos sentados y cuatro de pie (solamente queda uno de pie en el masivo oeste del pilono y los dos sentados de la entrada) que eran objeto del culto popular hacia el faraón Ramsés II como representación del Ka del faraón. El Ka saben Uds. que es el espíritu, el alma de las personas, según la concepción egipcia.

-Tenemos la pared este de la Sala de Ramsés II con el pilono donde hay otros fragmentos de la batalla de Kadesh y el relato de campañas contra los libios que también llevó a cabo este faraón.

-Por fin, el resto del templo, construido o achacado a Amen-Hotep III, donde empieza la columnata, la sala solar y el fondo la parte más íntima del templo.

-Habíamos dicho antes que Ramsés II recoge en el patio peristilo que cierra con sus pilonos, unos reposaderos de las barcas de la época de la reina Hatshepsut. Quizá el tener que asumir dentro de la construcción del templo este reposadero es lo que haya obligado al faraón Ramsés II a desviar el eje del templo, que es una de las características que normalmente tiene este templo de otro cualquiera.

Normalmente los ejes de los templos van de Este a Oeste o Norte-Sur sin desviación, aquí hay una ligera desviación obligada, probablemente por la necesidad de recoger en su recinto este desembarcadero.

En el centro reposaba la barca de Amón, a la derecha la barca de Mut y a la izquierda la barca de Jonsu en un ritual previo a la entrada del santuario del templo.

 

PATIO DE RAMSÉS II.-

 

Traspasado el Recinto de los pilonos, nos encontramos con la mezquita de Abú el-Haggag a la izquierda dentro del templo y vamos a pasar al interior de la sala hipóstila de Ramsés II.

El coloso que está al pie de las columnas de Amen-Hotep III, es una representación de Ramsés II, también objeto de culto, en tanto en representación del Ka real.  Este culto dado a estas estatuas era una manifestación muy puntual, muy vinculada a los ritos que se desarrollaban en el interior de este templo.

Ramsés II era un faraón con unas ansias de megalomanía enormes. Sabemos que ha recogido gran cantidad de monumentos por todo Egipto, los ha usurpado y les ha puesto sus cartuchos. Eso acontece con las estatuas de Amen-Hotep III en las que ha puesto su cartucho debajo.

En ese patio, Ramsés II recoge escenas de la celebración de la fiesta de Opet durante su reinado y hace mención de las fiestas de inauguración del pilono de la entrada.

También se ve la procesión de 17 hijos o príncipes reales de Ramsés II en los actos de inauguración de este templo, en una parte del pilono de esta sala, representados con la perspectiva propia de los egipcios.  Se puede apreciar como colocan los colosos de perfil, en vez de ponerlos de frente, porque el frente para ellos era irrepresentable según sus cánones ortodoxos.

El pilono en los templos era una representación de corte solar, que venía a simbolizar las colinas por donde aparece y desaparece el astro solar: Jepri al amanecer, Ra en el cenit y Atum al atardecer

En la Sala de Ramsés II se puede apreciar un coloso también usurpado. Escenas de las procesiones de la fiesta de Opet en época de Ramsés II, así como uno de los bueyes para el sacrificio, especialmente cebado para estas ocasiones.

Los egipcios no hacían representaciones jamás, ni hacían manifestaciones rituales o formales gratuitas, siempre tenían su significado mágico o religioso. Así entre la cornamenta del buey hay la cabeza de un nubio, de un personaje africano. Con el abatimiento de un buey en medio de un sacrificio ritual, también se pretendía que se quitaba poder y energía a un enemigo tradicional de Egipto, en este caso el nubio que iba en la cornamenta del animal; probablemente se celebraría la misma ceremonia respecto al resto de los tradicionales enemigos de Egipto, los Nueve Arcos, es decir, otras ocho representaciones, además de ésta, de enemigos tradicionales asiáticos y africanos.

Desde la columnata de Amen-Hotep III se puede ver la perspectiva de la mezquita de Abu el-Haggag. Existe una diferencia de nivel del suelo original antes de las excavaciones hace cien años, para limpiar el templo, al estado actual del mismo, como consecuencia de las inundaciones de limo y sedimentaciones del barro dejado por las inundaciones todos los años.

El Templo de Luxor estaba habitado cuando el Servicio de Antigüedades tuvo que regenerarlo totalmente a base de mucho esfuerzo y muchas discusiones en Luxor.

 

COLUMNATA DE AMEN-HOTEP III:

 

En la entrada de la columnata de Amen-Hotep III, era el lugar donde originalmente terminaba el templo en la época de este faraón; hay como una especie de pilonos o grandes portones que servían para cerrar el recinto del templo en esta época.

Ramsés II erige una serie de estatuas y lo que hace es retallar los cartuchos de todos los faraones que se encuentran de ahí para adentro que no sean Amen-Hotep III u Horemheb, al efecto de atribuirse decoraciones que no le corresponden, porque la columnata está decorada, totalmente, en época de Tut-anj-Amon (todos los relieves son de Tut-anj-Amon) usurpados en parte por Horemheb y concluidos por Sethi I, el padre de Ramsés II.

Otra perspectiva del coloso de Ramsés II que recoge la potencia del Ka real al cual estaba íntimamente unido.

La regeneración del Ka del rey es tan importante, desde el punto de vista del equilibrio de fuerzas del Maat,  que entendían los egipcios que en su figura convergía toda la salubridad, toda la potencia y todo el poder del propio Egipto, de manera que regenerada la fuerza vital del faraón, se regeneraría igualmente, el poderío y la fuerza del Valle del Nilo.   

En el asiento en el que se encuentra el faraón Ramsés II se ve, en la parte lateral la escena de unión de las tierras, dos personajes con pechos femeninos, que son, ni más ni menos, que representaciones del dios Nilo. Hapi, uniendo con el loto y el papiro las Dos Tierras, una ceremonia ancestral de unificación que también era garantía de seguridad para todo Egipto. Esta ceremonia se llamaba Sema-Taui “la unión de las tierras”.

La Sala Columnada de Amen-Hotep III, recoge mejor que ningún otro monumento conocido, el desarrollo de las procesiones de la fiesta de Opet, que no de las ceremonias, porque no figuran en ningún lado.

En el muro oeste de la sala figura la procesión viniendo del Templo de Karnak hacia el recinto del Templo de Luxor, en tanto que en el muro contrario, en el este, figura la salida de las procesiones de las barcas hacia Karnak, después de concluir el festival de Opet. El festival de Opet duraba 11 días en tiempos de Amen-Hotep III y paulatinamente se fue alargando hasta llegar a 24 días en época de Ramsés III de la Dinastía XX, unos 200 años después.

Traspasado el pórtico que da acceso a la columnata hay unas parejas de representaciones de los dioses Amón y Amonet o Amón y Mut, bajo los aspectos de faraones, como en este caso de Horemheb.

¿Por qué esta asimilación?. Es un acto más, una prueba más, un deseo más por parte de los faraones, de asumir la esencia de la divinidad para reforzarse con esta asunción en el ejercicio de su poder durante ese año hasta el año siguiente en la siguiente fiesta de Opet.

También podemos ver una imagen de Tut-anj-Amon bajo el aspecto de Amón, con las dos plumas y el casquete.

 

REPRESENTACIONES PARIETALES DE LA SALA COLUMNADA DE AMEN-HOTEP III.-

 

Entramos ya en el análisis de las representaciones apriétales de la procesión de Opet.

Desde el Templo de Karnak salía la barca de Amón, Mut y Jonsu en una procesión, en tiempos de Amen-Hotep III, desde el III Pilono; una procesión que tomaba las barcas en el río y a la siga subía esos 2 Km. hasta el Templo de Luxor.

Estas barcas, que eran de una belleza inusual, verdaderamente espléndidas, transportaban encima de ellas las barcas rituales de los dioses y además la barca ritual con la imagen del Ka real, del faraón, de la que veremos una representación después. Era una enseña con dos brazos en alto, con los nombres del faraón.

Se puede ver a Tut-anj-Amon con los cartuchos de Horemheb recibiendo en el Templo de Luxor, las barcas de la tríada divina. Igualmente podemos ver en uno de los relieves la procesión con los sacerdotes llevando sobre sus hombros una de las barcas de la tríada tebana, probablemente la de Mut. Un detalle más de aproximación de esta procesión.

El proceso de esta comitiva era absolutamente espléndido, porque todo el pueblo de Tebas se encontraba en fiestas,  y con este motivo tenían que establecerse servicios de orden. Se pueden ver representaciones de personajes con bastones que tienen como misión fundamentalmente el preservar que la comitiva no se vea impedida por las manifestaciones de alegría del pueblo, pues era tal la alegría y festividad que esta fiesta suponía para el pueblo de Tebas.

Esta representación que se ve en el relieve ( a duras penas pues la conservación es muy mala) muestra como en un estilo artístico casi desconocido (el escorzo es algo que se inventará en el Renacimiento, pero es un posible de “quasi” escorzo, diría yo), en el cual los que están tirando de las cuerdas, van dando instrucciones a otros que llevan delante, atrás o arriba, para que faciliten las maniobras; se ve de manera clara, la influencia del arte amarniense y la ruptura de esquemas, pero sobre todo, la voluntad de reflejar lo más fielmente posible (como una película), las escenas que se desarrollaban esos días con motivo de esta festividad, más allá del ritual formal y de las posturas rígidas de los faraones y los dioses en sus posturas tradicionales. Podemos ver, asimismo, una comitiva de soldados, que también formaba pare de la procesión, con sus hachas, escudos y lanzas al estilo del Imperio Nuevo.

La representación de unas danzas muy curiosas, de tipo ritual también, realizadas por mujeres que se desempeñan también con motivo de los jubileos del faraón Amen-Hotep III y están representadas en alguna de las tumbas de sus funcionarios, como la de Jeruef en el-Assasif; se ven las piruetas que realizan estas mujeres, perfectamente coordinadas y probablemente al ritmo de palmas o de algún instrumento musical que no sabemos con precisión.

Esta procesión iba acompañada, además, de cánticos y fumigaciones, cánticos de sacerdotes que iban delante de las barcas y que iban entonando unas salmodias con unas letras antiquísimas, quizá de la época de las pirámides, en las que alababan la unión del dios con la esposa divina.

Esto nos desvela, levemente, qué es lo que podía acaecer en el interior del templo durante esos 11 días ó 24 días y algunos autores se decantan por la posibilidad de que el faraón y la gran esposa real desempeñando, con una especie de drama interpretado, los papeles del dios Amón y de la esposa divina y realizasen actos de unión carnal en el interior del templo con finalidad mágica, revitalizadora de todas las fuerzas que confluían en la esencia del mundo; hacían invocaciones para que la sangre fuese poderosa y para que la tierra fuese fértil.

En otro de los relieves, que se ve a duras penas por su mala conservación, nos representa un cortejo de músicos entonando canciones y tañendo instrumentos, que por cierto son de muy rica validez para la reconstrucción de los instrumentos típicos de este momento; se ven instrumentos de cuerda, de aire con flautas y de percusión.

El faraón Tut-anj-Amon despidiendo, en ese caso, la procesión de Opet, después de la celebración de las fiestas.

En la pared este de la gran columnata, de nuevo la procesión de las barcas se dirige hacia el Templo de Karnak, en este caso mirando todas las figuras hacia la salida, hacia el pilono de Ramsés II.

En otro relieve tenemos detalle de la procesión de las barcas.

Todos los relieves que se encuentran en este recinto, están siendo objeto de reconstrucción por la Epigraphical Survey de la Casa Orientl de Chicago en Luxor. Entre los trabajos que realizan, uno de ellos consiste en recoger fragmentos desmontados de las paredes y reconstruir las distintas las distintas representación , como marchas procesionales,  rituales al dios Amón, a la diosa Mut o al dios Jonsu; frisos con los nombres del faraón; adoración y de rito del faraón, todo ello a base de ir insertando fragmentos de piedra.

 En el muro Oeste y Este hay unas escenas que se puede interpretar como la entrada al templo, pues parece que van remando en las barcas remontando el Nilo, y aparte de la dirección propia de las proas y las popas bajando hacia Karnak en la vuelta después de la celebración de la fiesta.

 

PATIO SOLAR “EL BOSQUE DE LAS COLUMNAS”.-

 

¿Pero qué es lo que acaecía en el interior del templo?.

Sobrepasada la columnata de Amen-Hotep III, nos encontramos ya en el interior del patio solar, un patio peristilo que llama la atención porque (actualmente le llaman “el bosque de las columnas”), es el conjunto de edificaciones del Impero Nuevo más bello.

En este patio lo que hacía la procesión era una especie de deambulatorio por puntos de la sala, referidos a los relieves que tenían las propias paredes, realizando hábitos concretos, puesto que todos los restos de relieves que quedan en la mitad de los muros bajos de esta sala, están referidos a actos de adoración y de culto del faraón a Amón-Ra, a Mut y Jonsu.

El año pasado, por el mes de febrero aproximadamente, se empezaron a encontrar una serie de estatuas en una “Cashette” que según algunos arqueólogos parece ser el hallazgo más importante de Egipto, después del descubrimiento de la tumba de Tut-anj-Amon, en una sala del rincón Suroeste cuyas columnas son de orden lotiforme cerrado.

Intentando hacer obras de ingeniería para drenar las aguas de infiltración que amenazaban los cimientos de las columnas, excavaron unas fosas y cual fue la sorpresa al encontrar una serie de estatuas bellísimas, casi todas de finales de la Dinastía XVIII, que estaban allí depositadas cuidadosamente y nadie sabe por qué.

A la fecha actual se han encontrado del orden de una treintena larga de estatuas, pero el sigilo y el secreto con que el Servicio de Antigüedades de Luxor lleva las investigaciones sobre el tema, hace prácticamente inaccesible cualquier tipo de documentación y por tanto las fotos que se pueden sacar son de revistas especializadas difíciles de conseguir.

Dentro de las estatuas encontradas se halla la del faraón Horemheb en actitud oferente ante una estatua del dios Atum. La estatua de un “gaffir” del Servicio limpiando cuidadosamente una estatua de la diosa Isis. El dios Atum en una actitud típica de la iconografía divina del Egipto faraónico, sobre una especie de pedestal, lo que hace susceptible de ser adorado transportándolo según los sitos de los egipcios. Esta estatua, probablemente sea de época de Amenofis III por el estilo y sus características.  

Entre otras estatuas encontradas tenemos la de un dios Amón con la cabeza quitada y el faraón protegido igualmente, probablemente Tut-anj-Amon. Una diosa que al no facilitarse la lectura de los cartuchos por el Servicio de Antigüedades, (pues cuidan de que se saquen las fotografías donde no se vea la inscripción), podría interpretarse como una diosa Amonet, que es la forma femenina del dios Amón.

Otra es de una diosa-cobra con cabeza datada en la fecha del reinado de Osorkón III, Dinastía XXV, aproximadamente, en el 400 y pico ó 500 a.C., que, al menos, nos hace adivinar de ciertas posibilidades del porqué del escondite de estas estatuas.

Al inicio de la excavación, cuando empiezan a salir las estatuas de la época de Amen-Hotep III, hay quien sugiere que éstas se escondieron por motivo de la persecución de Aj-en-Aton, pero esto se descarta posteriormente por cuanto la datación de estas estatuas y de algunas otras de la época de Horemheb, hace imposible por razones cronológicas que esto sea así. Sigue siendo un misterio porqué estas estatuas se escondieron en ese lugar.

 

Hay una tesis de Jean Lauffray, que fue director del Centro Franco-egipcio de los templos de Karnak, es decir, hombre de solvencia, que dice que las “cashettes”, los sitios donde se ocultan estaturas ya utilizadas, excesivamente cargadas de energía según los cultos y ritos egipcios, y digamos excesivamente o no válidas o no utilizables y por tanto eran necesariamente escondibles o con necesidad de meterlas en algún sitio de seguridad.

No veo mucha viabilidad a esta tesis, pero la persona que la ha esbozado tiene elementos de conocimiento suficientes para saber lo que dice. Sabemos que las estatuas eran sometidas a exposición de rayos solares y rayos lunares en momentos concretos de conjunciones astrales, que probablemente dado el elemento de que estuvieran construidas, pudieran tener algún peligro de carta y recarga de elementos de radiación y que podían ser objeto, obligatoriamente, de enterramiento.

Esto se debe tomar con toda la cautela del mundo, pues no es más que una curiosidad.

 

RECINTO SAGRADO.- Traspasado el patio peristilo solar, entramos en la puerta de construcción de época romana, donde se daba culto al emperador y culto a l